Cruzando la línea
25/06 – 30/07
FUGA presenta, Cruzando la línea , un proyecto que indaga en las distintas trayectorias y en las maneras de atravesar la línea ecuatorial. La investigación se inicia a partir de un relato familiar, cuando durante un viaje en barco entre Buenos Aires y Francia, mi abuelo es invitado a personificar a Neptuno en un ritual iniciático al cruzar la línea del ecuador. La representación del ritual, en este caso en un ámbito festivo ligado al turismo, escondía una tradición centenaria de un tortuoso ritual marítimo de fuertes contenidos colonialistas y patriarcales. El ritual, implicaba que, transformados en hombres, los tripulantes pudieran enfrentarse a los acontecimientos que ocurrieran en el viaje hacia el Sur. El paso del ecuador hacia el Sur significaba la entrada a territorio salvaje. ¿Cómo pensar entonces una trayectoria opuesta? ¿Cómo se produce el cruce ecuatorial desde el Sur hacia el Norte? A partir de distintos dispositivos, como video, fotografía, archivos, testimonios, objetos y textiles, el proyecto reconstruye tanto las etapas del ritual, como el trabajo de reparación de redes que las xarxaires y los inmigrantes ilegales realizan en el puerto de Vilanova i La Geltrú, Catalunya. En el puerto conviven las mujeres que realizan este único oficio que históricamente les fue permitido, junto con inmigrantes ilegales que, siendo pescadores en sus lugares de origen, no pueden regresar al mar por su condición ante la ley.
Desde comienzos del siglo XVI, en sintonía con la expansión del colonialismo después de la conquista de América, los navegantes europeos que viajaban hacia un territorio desconocido prometían al mar o a sus dioses realizar un sacrificio, una suerte de ofrenda a cambio de un viaje seguro. Aquellos tripulantes que no habían cruzado anteriormente la línea del ecuador -que separará prontamente el Sur global del Norte global- eran iniciados en un ritual donde encomendaban su vida al Rey (ó Padre) Neptuno. Durante la tortuosa ceremonia, los no iniciados eran sometidos a una transformación radical bajo la subordinación y dominio de quienes ya habían cruzado el ecuador. Durante el ritual de pasaje, reservado solamente para los hombres, los neófitos eran vestidos como mujeres y sometidos a golpes y distintos tipos de vejaciones, con el propósito que abandonaran sus rasgos femeninos, considerados débiles. En determinados momentos del ritual, los no iniciados adoptaban rasgos animales, controlados por tripulantes a quienes le pintaban la cara de negro, símbolo distintivo para representar a los negros, en una práctica que dejó de realizarse después de la incorporación de estos a la marina.
En cuanto al ritual, las investigaciones realizadas hasta el momento detallan que se iniciaba cuando Neptuno tomaba el barco, precedido con una bandera con calaveras y huesos y acompañado por su corte: el mayor de la tripulación, que había pasado la línea anteriormente, se acercaba a los demás marineros con la cara ennegrecida, un sombrero y un libro de mar en la mano. Los freshmen <ó no iniciados>, lo esperaban con utensilios de cocina en las manos, rejillas de hierro, pavas ó campanas para anunciar con sonidos el arribo del Rey. Neptuno se sentaba al pie del mástil principal, en el tribunal del magistrado, donde cada uno de los iniciados juraba sobre el libro y un mapa que repetiría la misma ceremonia cuando las circunstancias se lo exigieran. Luego de una serie de pruebas, ataques, y humillaciones eran bautizados con agua helada de mar y marcas oscuras en la frente de grasa y peces muertos y arrojados por un túnel con basura simulando un canal de parto.
Inauguración - 25/06/2025 - Barcelona
c/Lluís el Piadós, 3
08003, Barcelona
Lunes a viernes 11:00–14:00 | 16:00–20:00
Sábados 11:00–14:00
c/Lluís el Piadós, 3
08003, Barcelona
Martes a viernes. 11:00–19:00 h
Sábados. 11:00–14:00 h