La Preñada
Stella Rahola Matutes y Roger Paez
22/01 – 15/03
Y de repente, el corazón primigenio respira en la piedra.
Vicenç Altaió, "Libélulas en el pabellón"
Si vais pronto por la mañana al Pabellón Mies Van der Rohe, a la falda de Montjuïc, podréis ver como respira. La porosidad de la piedra de travertino absorbe la humedad ambiente durante la noche, y cuando el sol comienza a calentar la superficie, el rocío se evapora en un vaho de vapor de agua, una larga espiración después de la lenta inspiración nocturna. La piedra, y con ella todo el edificio, se vuelve un organismo vivo. Un gran músico galés canta aquello de ‘rocks are slow life’, y para nosotros esta afirmación no es una metáfora, sino una posición política. Las piedras (y la arquitectura) son formas de vida lenta, y desde esta perspectiva, se nos abren nuevas maneras de entender y de practicar nuestra relación con el entorno construido, sea por la acción natural o humana—las palomas no distinguen entre el acantilado del Morrot de Montjuïc y cualquier calle del Eixample. El travertino del pabellón es cruzado por la vida de diversas formas: es el producto calcáreo de un proceso bio-geológico marcado por el agua, reproduce su formación por negado y secado en el corto ciclo diario que se evidencia en su espiración matinal, i es apoyo de otros tipos de vida que crece y se desarrolla en la humedad de sus poros—bacterias, algas y musgo, agentes clave en la propia formación del travertino. La piedra es simultáneamente producto y apoyo de vida.
«La Preñada» trabaja justamente desde esta asunción. Los dibujos que encontramos en el primer espacio de la galería testimonian el trabajo lento y dilatado de comprensión de un fragmento de travertino a través de una técnica hidrófila como es la litografía. En el centro de la sala, una losa rota procedente del Pabellón Mies Van der Rohe e inoculada con musgo el día de la inauguración de la exposición, invita la vida. La losa es objeto de curas continuas por parte de las artistas, las galeristas y los visitantes, que diariamente humedecen la piedra con agua y la protegen de noche. Los utensilios de curas ocupan el tercer ámbito de la sala, dominado por el tubo de látex, que como un cordón umbilical alimenta la losa de travertino y la conecta indisolublemente con el sitio— antes de la aparición de «La Preñada», bacterias, algas y musgo son ya presentes en el espacio expositivo en forma de quistes y esporas aéreas.
Más allá de la sala de exposiciones propiamente dicha, en un espacio habitualmente privado, la exposición continua con un gran dietario que se va rellenando periódicamente, cartografiando la evolución del musgo y otros entes vivos que transforman y enriquecen la losa de travertino. Acompañan el dietario-en-progreso los documentos de trabajo realizados por los estudiantes del MEATS Elisava. La última pieza, el váter del fondo, es la proyección de un vídeo que explica el proceso de trabajo y el resultado de la intervención temporal en el pabellón de Lilly Reich.
Las litografías, la piedra, el agua, las curas y la documentación forman un conjunto laxo, vagamente por el espacio de la galería, desde la puerta de entrada hasta la pared alicatada del váter. «La Preñada» es una instalación que quiere revelar la vida inherente a la materia, e invitarla aún más. No como metáfora, sino como acción política.
Inauguración - 22/01/2025 - Barcelona
c/Lluís el Piadós, 3
08003, Barcelona
Martes a viernes. 11:00–19:00 h
Sábados. 11:00–14:00 h
c/Lluís el Piadós, 3
08003, Barcelona
Martes a viernes. 11:00–19:00 h
Sábados. 11:00–14:00 h